viernes, 10 de octubre de 2008

Comentarios de los Creadores

En este trabajo descubrimos y aprendimos que en este mundo nadie esta libre de infectarse con alguna Enfermedad de Transmisión Sexual. Algunas enfermedades son el Herpes, el Sida, etc.

Como detectar y tratar las ETS



La mayoría de las personas sólo tiene un pensamiento cuando oye de hablar de enfermedades de transmisión sexual: Esto no me va a pasar a mí. Pero de acuerdo con Planned Parenthood, uno de cada cuatro estadounidenses contraerá una enfermedad de transmisión sexual (STD) durante su vida.

Una STD (también llamada STI o infección de transmisión sexual) es una infección contraída a través de actividad sexual. Ambos, heterosexuales y homosexuales pueden contraer una STD. Algunas STD son provocadas por virus, y otras por bacterias. Usted puede contraer una STD al involucrarse en contacto sexual ya sea vaginal, anal u oral con una persona que esté infectada. Un bebé también puede contraer una STD de su madre en el útero o durante el proceso del nacimiento, con consecuencias potencialmente severas.

Muchas STD se tratan con facilidad, pero algunas no tienen cura. Dado que las consecuencias varían desde la incomodidad física o emocional a una enfermedad grave y hasta la muerte, cualquiera que sea sexualmente activo debe aprender a practicar el sexo seguro. Usted debe ser capaz de reconocer los signos de una infección y buscar atención médica. Si piensa que pueda tener una STD, o tiene cualquiera de los síntomas asociados con las STD enumerados más adelante, consulte a su médico inmediatamente para un diagnóstico y un tratamiento. Sí se le diagnostica con una STD, su pareja(s) sexual(es) también deben tener tratamiento.

ETS mas frecuentes en Chile


El sexo es una instancia de placer que debe realizarse en un marco de autocuidado.

Conoce las principales ETS y qué debes hacer frente a ellas.

Las Enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un conjunto de enfermedades producidas principalmente por bacterias, virus y hongos, que tienen en común la transmisión por vía sexual.

Es decir, son transmitidas desde una persona a otra, durante las relaciones sexuales (vaginales, anales y orales).

Afectan tanto a hombres como a mujeres y pueden producir, además, problemas en los recién nacidos, por transmisión madre a hijo.

Si la persona no recibe tratamiento adecuado y oportuno, las ETS pueden producir complicaciones y secuelas graves, incluso comprometer diversos sistemas del organismo.

La presencia de lesiones y secreciones en piel y mucosas, de algunas de estas enfermedades, aumentan en la persona las posibilidades de adquirir y transmitir el (VIH) por vía sexual.

Es vital que en cada relación sexual se utilice preservativo para evitar adquirir cualquier ETS.

Si una persona tiene una enfermedad de transmisión sexual, puede ser parte de una cadena de transmisión sin desearlo y sin saberlo.

¿Qué es una cadena de transmisión?

Es la manera en que se va transmitiendo la infección de una persona a otra. Si una persona tiene una ETS y no utiliza medidas preventivas, puede transmitírsela a su pareja sexual.

A su vez, si esta pareja sexual tiene relaciones sexuales con otra persona sin medidas preventivas se lo transmitirá y así, consecutivamente, en una situación similar a una cadena.

Si consideramos que algunas personas tienen más de una pareja sexual de manera simultánea o a lo largo del tiempo, esta cadena puede multiplicarse rápidamente.

También, el hecho que algunas ETS no presentan síntomas facilita la cadena de transmisión.

Obviamente el tratamiento adecuado y oportuno de las personas que tienen una ETS y de sus parejas sexuales es una manera de cortar la cadena de transmisión.

Las enfermedades de Transmisión sexual proliferan porque las personas no toman medidas preventivas al tener relaciones sexuales.

Esto se debe a que tienen poca información o no conocen su cuerpo, especialmente sus genitales, por lo que no se dan cuenta de la aparición de algunos signos o síntomas de estas enfermedades.

Además, las personas no acuden a buscar atención médica, se automedican o utilizan medicamentos de otras personas.

Generalmente las personas reciben tratamiento adecuado y oportuno, pero no sus parejas sexuales, por lo que suelen reinfectarse.

Síntomas más comunes de una ETS

Dolor y molestias al orinar.

Dolor al tener relaciones sexuales.

Secreciones por la vagina, pene o por el recto.

Cualquier heridas, ulcera o ampolla que aparezca en los sitios mencionados o en la boca.

ETS más comunes

En nuestro país hay 56 ETS registradas por el Instituto de Salud Pública. De ellas, las más recurrentes son:

Condilomas o Verrugas genitales, Sífilis, Gonorrea, Uretritis no gonococica, Herpes genital, Tricomoniasis y Candidiasis.

1.-Condilomas o Verrugas genitales.

Los Condilomas o Verrugas genitales son suaves al tacto. Tienen apariencia de una coliflor en miniatura y muchas veces pican. El Tratamiento es local y sintomático.

2.-Sífilis

El primer síntoma es una úlcera genital indolora. Luego pueden aparecer manchas o granos en el cuerpo, manos y pies. Comienza a afectar el sistema cardiovascular y el sistema nervioso. Se detecta con un simple análisis de sangre. Su tratamiento oportuno es curativo.

3.-Gonorrea

La Gonorrea se presenta con secreción purulenta y dolor al orinar. La mujer puede no presentar síntomas. Entre sus efectos graves están la esterilidad y las infecciones pélvicas repetidas en la mujer. Su tratamiento oportuno es curativo.

4.-Uretritis no Gonococica

Esta enfermedad presenta secreción mucosa clara y dolor al orinar. La mujer puede no presentar síntomas. El tratamiento es curativo.

5.-Herpes Genital

Los Herpes genitales se manifiestan en ampollas pequeñas, generalmente dolorosas, en los genitales que desaparecen luego de unos días. Se pueden repetir brotes en períodos variables de tiempo. El tratamiento es sintomático.

6.-Tricomonas

Se evidencia por un flujo blanco o amarillo verdoso, de mal olor y con presencia de burbujas de aire (espumosa). Los hombres pueden no presentar síntomas. El tratamiento es curativo.

VIH en Chile








El Sida se clasifica en Chile como una epidemia de carácter “incipiente”. Esta clasificación se realiza a través de parámetros de medición establecidos a nivel mundial y corresponde a la primera categoría de la escala que mide el porcentaje de infectados (enfermos y portadores) en la población general de un país.

De las tres categorías existentes, la incipiente refleja las realidades de las naciones en las que menos del 5% de su población general está infectada por el virus. En el caso chileno, el porcentaje alcanza al 0,1%, es de localización urbana, con predominio en hombres homo o bisexuales y se proyecta el desplazamiento de la enfermedad a edades mayores.

Edith Ortiz, jefa de estudios de la Conasida, explica que el porcentaje que refleja la realidad en Chile se ha mantenido estable los últimos tres años, lo que es un buen indicador que la situación se ha podido controlar. "Sin duda, hemos logrado muchos avances, pero aún falta mucho por hacer", cuenta la profesional.

Este año, se continuará con la exitosa campaña focalizada del Fonosida, línea telefónica gratuita a nivel nacional que entrega información y orientación personalizada a aquellas personas que necesiten respuestas y apoyo en un marco de confidencialidad.

También se fortalecerán los esfuerzos en las distintas regiones del país, realizando trabajos de educación y capacitación a los grupos sociales de mayor vulnerabilidad y también en poblaciones donde por falta de información o problemas socioculturales es más difícil identificar las situaciones de riesgo.

Desde que se determinó el primer caso de Sida en Chile hasta junio de 2000 se han notificado 3.741 personas enfermas. Sin embargo, existen 4.392 personas que han sido notificadas como portadoras del VIH, cifra que no necesariamente refleja la situación real de infección, puesto que hay muchos casos de los que no se tienen registros.

Silva explica que se calcula que por cada enfermo pueden existir entre tres a cuatro casos asintomáticos, es decir, portadores de VIH. Por lo tanto, se trataría de una cantidad de infectados bastante mayor a la que se ha podido registrar.

Un aspecto que llama la atención es que se ha producido un incremento en la cantidad de mujeres que han adquirido la enfermedad. La proporción entre hombres y mujeres enfermas que se manejaba en el período 1985-1990 era de 15: 1, mientras que en 1997 esta varió a 8.4:1.

Juan Domingo Silva explica que a raíz de los datos que se manejan se puede deducir que gran parte de las mujeres que portan el virus han sido contagiadas por sus parejas estables.

En relación a la edad en que se manifiesta la enfermedad los estudios revelan que la gran mayoría (85.1%) se presenta entre los 20 y 49 años. En términos generales, ese período de vida corresponde al proceso en que las personas presentan un mayor desarrollo individual afectivo y también socioeconómico.

No obstante, de acuerdo a las características de evolución propia del VIH, esas personas habrían adquirido el virus cinco a diez años antes, lo que adelanta la edad de riesgo para contraer la enfermedad y la sitúa en plena época de adolescencia. "Es por ello, que las campañas sociales o masivas de prevención que se han liderado en Chile a partir de 1991 estuvieron fuertemente orientadas a los jóvenes", comenta Silva.

Categóricos son los resultados que reflejan las investigaciones respecto de las vías de transmisión de la enfermedad: un 93% se contagian a través de las relaciones sexuales.

En cambio, bastante controlados están los casos que se han dado por medio de una transmisión sanguínea alcanza el 5,3%, principalmente por el uso de jeringas que se contaminan al usar drogas intravenosas, y la denominada vertical, o sea, la de una madre que contagia a su hijo constituye el 1, 5%.

Al tomar conciencia de que la mayoría de los contagios se producen por prácticas sexuales inseguras surge la necesidad de interiorizar que estas conductas riesgosas sí se pueden prevenir, evitando así que un encuentro fugaz pueda terminar en la muerte.